Reseña a la película «Das Experiment (2001)»

Eduardo Miranda

Universidad Autónoma de Baja California

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Lic. En Historia

Octavo semestre


 

Das_Experiment

“El castigo tenderá, pues, a convertirse en la parte más oculta del proceso penal. Lo cual lleva consigo varias consecuencias: la de abandonar el dominio de la percepción casi cotidiana, para entrar en el de la conciencia abstracta”.

Michel, Foucault, “El cuerpo de los condenados”, en Vigilar y castigar: el nacimiento de la prisión.


Resumen: El Experimento (2001) es una película alemana de drama y suspenso dirigida por Oliver Hirschbiegel (nacido en Hamburgo, el 26 de marzo de 1957), siendo este su primer largometraje. Das Experiment está basado en el libro The Black Box de Mario Giordano, quien se inspiró en un experimento llevado a cabo por el psicólogo y catedrático emérito de la Universidad de Stanford, Philip George Zimbardo en 1971, con el objeto de analizar la respuesta de los seres humanos a las condiciones de cautiverio. El Experimento es una metáfora del miedo y el encierro en un entorno simulado de una prisión donde la habilidad de supervivencia depende totalmente del comportamiento.

  La primera escena donde comienza a darnos los créditos introductorios muestran una nocturna y movediza calle en Alemania donde la libertad aun está ahí, afuera, a nuestro alrededor, teniendo una segunda toma del pequeño protagonista, y no me refiero a su tamaño físico sino a su exponencial espacio comparado con el de su antagonista, tratándose de una prisión, en la que será internado durante 14 días con la finalidad de ganar unos cuantos marcos, leyendo y fumando sobre el periódico que sostiene en sus manos le antecede la duda, pero al parecer es más grande su desesperanza que desaparece tras la llegada de una mujer al parecer de clase alta que decide abordar su taxi y emprender un supuesto destino.

  One step closer de Linkin Park de su álbum Hibryd Theory, nos pone dentro de los zapatos del protagonista y nos sumerge en su contexto social y mental, algo desordenado y oscuro a la vez Everything you say to me takes me one step closer to the edge and I’m about to break”…a través de un segundo cigarrillo encendido por el protagonista se disipa una realidad humeante, fluctuante, invisible, un abismo semejante a una prisión al que estamos a punto de ingresar. “La gente no debería jugar con la naturaleza pero lo hace”…son las primeras frases del filme, anunciándonos la fórmula del experimento que estará a punto de llevarse a cabo; una prolongadas y sensuales piernas acompañadas de un constante y sonante taconeo aparecen bajo el encuadre que tras abrirse una puerta cubierta por periódico nos revela una bata blanca y su cargo de científica anunciando que: “el experimento no es doloroso ni tendrán que tomar medicamento, el experimento trata sobre la conducta humana dentro de una cárcel”, afirma la Doctora, en una atmosfera panóptica donde se comienza a respirar en estos muros de vigilancia.

  Algunos jugaran el papel de guardias (8) y los otros de prisioneros (12), todos al “azar” –sin embargo, les antecede la afirmación de que les estarán realizando exámenes físicos y psicológicos de los cuales, obviamente extraen su prototipo protagónico de personalidad, asevera la experta que en el dado caso que les toque ser reclusos aquello de lo que primero se tendrán que despojar es de su intimidad y algunos derechos civiles, tales como la libertad de expresión y de movimiento; después de ver a los candidatos haciendo toda clase de ejercicios y pruebas reaparece de nuevo nuestro protagonista fumando un tercer cigarrillo proclamando una personalidad dura y una identidad que está a punto de quebrarse en una docena de emociones provocando una duda aún más grande cuando le preguntan ¿porque está ahí sí ha estudiado Filosofía, Arquitectura y Sociología y por qué se encuentra conduciendo un taxi? Haciendo un constante hincapié a la normatividad y los códigos de conducta donde uno debe de hacer lo que se supone que debemos hacer bajo el microscopio de la sociedad, afirma que todo aquello fue algo “eventual” como si lo que está apunto de avecinarse fuese permanente, como la mancha en tu expediente por haber cometido un delito. La escena cierra bajo el perpetuo de exposición a situaciones extremas, de vigilancia constante y observación pura: las 24 horas, y la falsa ilusión de seguridad bajo el velo de una sonrisa inocente como un cordero jugueteando y sobreexponiéndose en las fauces de la guarida de lobos.

  Cuando nuestro protagonista regresa a la “oficina de taxis” donde trabaja parece que a todos le debe algo, que con todos tiene un problema, con una gabardina y gafas oscuras camina sin empatía por nadie a su alrededor por tanto se comprende El Experimento como una respuesta a su vida igualmente agresiva en el exterior, en la exclusión social, en la apatía, en el disgusto por los demás, en la sensación de la nada por el todo. Al parecer no se trata de ninguna central de transporte público alemán sino de un periódico local: The Reporter, donde le ofrecen 10,000 marcos por las fotografías y la historia que logre sacar -a continuación lo primero que se le ocurre para ingresar dentro del penal y lograr sus cometidos es utilizar unos anteojos que le permiten grabar tal como si fuese una cámara de video, lo cual genera un efecto simbólico de sinoptismo, es decir, donde uno vigila a muchos, contrario al panóptico donde muchos vigilan a pocos que aparentemente puede ser un juego de sombras por ejemplo en la Penitenciaria de Tijuana donde oscilan entre 7,500 y 6, 800 internos y donde vigilan alrededor de 300 custodios, es decir alrededor de 25 o 30 presos por guardia.

  Al presentarle a nuestro personaje principal el sitio donde se llevan a cabo los castigos en caso de irrumpir las reglas tal parece que le conmociona hasta los huesos al joven Moritz Bleibtreu quien interpreta a Tharek Fahd. Al parecer el claustro le arroja toda una serie de recuerdos que le provocan recuperar su miedo y su ansiedad ante el encierro y los espacios pequeños: la claustrofobia surge de entre la psique del personaje. Muy al estilo Naranja Mecánica aparece a cuadro el protagonista proclamándose como un sujeto de estudio bajo el análisis del rigor científico quienes le imponen una serie de imágenes ultraviolentas:das-experiment

 La carga de simbolismos y la alteración que provocan las fuertes imágenes le deja aturdido emocionalmente a tal grado que la distracción se apodera de el ante el estertor que causa el encierro que conduce prácticamente inconsciente del camino por lo que choca con una aturdida y joven bella que está de luto por la muerte de su padre; con un suave jazz de fondo Tharek no duda en llevar a la chica a su apartamento, para curarle las heridas en el rostro causadas por el accidente. En la carretera nuestro personaje habla de su incredulidad en las casualidades, afirma la existencia del destino y asevera que inclusive las cosas “malas” tienen un significado, piensa que todo esto es una señal inminente de un cambio en la estructura de su vida. Sin embargo, la joven vestida de negro con lágrimas en el rostro duda fehacientemente que todo tenga un “porque” como él dice, a lo que el joven taxista responde comprensiva y sencillamente diciendo “a veces la vida se acaba de golpe y no hay más”…La secuencia culmina con una toma encima de la cama que muestra un desnudo parcial de la chica dormida, abrazando en la oscuridad a Fahd quien descansa por “ultima vez”.

  Al iniciar la selección de aquellos que se convertirán en guardias aparecen una serie de objetos que convergen a darle sentido a su papel de vigilantes: esposas, tolete, silbato, radio, ropa y botas oscuras, y por supuesto las llaves de las celdas, todo este catalogo infiere una posición de poder ante los demás, lo que parece emocionarles a algunos que jamás lo han sentido en el exterior; “las manos a la espalda, separen las piernas, no está mal” menciona uno de los obesos y excitados custodios que se identifica inmediatamente como el jefe al mando –los nuevos guardias penitenciarios deben procurar que se garantice el orden y se cumplan las reglas, el éxito o el fracaso del experimento depende de ellos. Lo primero que hacen en esta vía es desnudar a los internos y proporcionarles un uniforme con el número que a partir de ahora se convertirá en su nombre.

  Las reglas de la cárcel: regla numero 1-A los presos se les llamará sólo por el número que les ha sido adjudicado; regla numero 2-Los presos llamarán a los guardias “Sr. Guardia” cada vez que se dirijan a ellos; regla numero 3-Cuando se apaguen las luces los presos dejarán de hablar; regla numero 4-Toda la comida que se sirva a los presos deberá terminarse sin excepciones; regla numero 5-Todas y cada una de las ordenes que les demos los guardias será obedecida inmediatamente; regla numero 6-El incumplimiento de las reglas acarreará un castigo el cual será perpetrado a juicio de los guardias…Las cámaras de seguridad y la vigilancia empiezan a grabar los primeros momentos en las celdas donde aun no dimensionan ni sienten la condición de encierro haciendo algunas bromas al respecto “¿porque las mujeres ven las películas pornográficas hasta el final? Porque creen que acabarán en boda” menciona un interno haciendo reír a los demás, aparentemente ninguno de ellos ha cometido un delito y la mayoría nunca ha estado en una prisión. La escena cierra con una parvada de aves sobrevolando un tranquilo y purpura amanecer en una playa pacifica que se extiende a través de un horizonte de posibilidades, haciendo hincapié a la libertad que está en juego a cada momento en que no valoramos ni somos conscientes de la misma.

  El primer atisbo de problema surge cuando 77 -el protagonista, toma el liderazgo de los internos y deciden utilizarlo como chivo expiatorio de los guardias para completar su fantasía de poder, al irrumpir en su celda en la madrugada y exigirle que haga flexiones, le obligan a que destienda y tienda su cama en repetidas ocasiones lo que resulta en el frenesí de 77 y los demás internos por el control a lo que uno de los guardias de claras tendencias fascistas resuelve por medio de la humillación muy al estilo de la Gestapo decide retirarles sus camas, desnudarles y rociarles con el extintor a excepción de 77 a quien lo dejan esposado, arrodillado y sin ropa para que pueda interiorizar la culpa y la de los demás.

  Todo se complica en el momento en que uno de los guardias decide introducir a la dinámica una botella de whiskey y una Beretta que les da el valor de brindarle una lección a 77 que no podrá olvidar, al amordazarlo y amarrarlo a una silla, lo asfixian e insultan, además le cortan el cabello totalmente, justo como en un campo de concentración, donde además para culminar la pena deciden orinarle encima todos los guardias dejándole en el piso. Como en un efecto dominó, muy pronto algunos presos empiezan a colapsar dado el nivel de estrés causado por el encierro, las reglas, el dominio, la vigilancia y el control ejercido sobre los mismos, a pesar de que sólo han pasado tres días…

  Uno de los internos decide marcharse ya que supuestamente son voluntarios en el experimento a lo que los científicos responsables deciden negarle su petición, la repercusión de tal acción sólo le lleva a que lo desnuden frente a los demás internos con una palabra pegada a la espalda que simboliza todo el lenguaje carcelario Weichei -la traducción castellana de tal eufemismo se puede traducir como endeble, cagón, debilucho, blando, enclenque; cuestión que responde a los simbolismos implícitos dentro de una prisión: ser duro, aguantar, no dejarse “quebrar”, cero lagrimas, todos los principios que defienden una masculinidad violentada por las acciones y los estándares de hombría y machismo que dentro de una prisión son mecanismos de defensa en constante prueba de sí mismos. La autonomía del poder de los prisioneros se manifiesta a través del respeto impuesto por la fuerza y la agresión como un contexto constante y permanente que obnubila la supervivencia.

das experiment black box

  El final de la película se perfila a ser una bomba de tiempo atrapada entre la catarsis provocada por los guardias quienes deciden tomar el control de la situación y el exterior del cual provienen y donde probablemente no los espera nada ni nadie. Sin embargo, el carácter de auténticos prisioneros sale a relucir en el momento en que deciden realizar un verdadero motín en contra de las autoridades que les han orillado a tales extremos, por lo que deciden tomar la justicia por sus propias manos. El momento de clímax se determina cuando los internos optan por escapar del recinto carcelario que los ha tenido al borde de la locura, de las sensaciones al límite, la corporalidad, las cercanías, el abandono y la soledad, por lo que ambos grupos guardias y presos deciden enfrentarse en una batalla sin tregua tanto física como mental, vigilantes y criminales en una confrontación de poderes donde la violencia que permanecía en cautiverio se desata y se libera.

Conclusión:

La reflexión que plantea el film, inspirado en El Experimento, es certera y precisa: el ser humano puesto en una situación límite puede reaccionar de maneras imprevisibles y caóticas. Cabe analizar que en el experimento realizado por la Universidad de Stanford, el resultado fue establecer cómo la obediencia se manifiesta en dos planos: por un lado se encuentra la obediencia administrada por parte de los guardias inclinada hacia la balanza del orden, la vigilancia y la normatividad –cabe señalar que estos sujetos formaron un grupo de poder que si bien recibía órdenes precisas de tener todo bajo control dentro de la cárcel, asumieron su rol con tal vehemencia que la frontera entre realidad y ficción quedó en un plano subjetivo, donde los mismos sujetos de poder se transforman en la fuente de castigo, convirtiendo la justicia en un ajuste de cuentas, en una venganza social que es impuesta no sólo por las instituciones penitenciarias sino por todo el corpus de la pena. Por otro lado, existe la obediencia de los reclusos, esta obediencia sumisa no responde como en el primer caso al deseo de cumplir una expectativa, sino a la pérdida de la identidad que se ha logrado a través de un ejercicio progresivo de vejaciones y violencia ejercida en todas sus formas. Este estado de alienación sobre los reclusos no se debe al temor administrado a través del sufrimiento físico sino a la manipulación psicológica que han experimentado en él.


Referencias de imágenes:

Portada de la película Das Experiment (2001), https://en.wikipedia.org/wiki/Das_Experiment, recuperado el 27 de septiembre de 2015.

Imagen obtenida de http://www.movie-moron.com/?p=7150, recuperado el 29 de septiembre del 2015.

The black box, de http://www.taringa.net/posts/info/18023257/Peliculas-que-te-volaran-la-cabeza-6parte-poco-vistas.html, recuperado el 30 de septiembre del 2015.

 

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